jueves, junio 22, 2006

Acróstico_LLUVIA

Las aguas te van a auxiliar,
Las aguas no te dejarán.
Un día, ya verás, tus lágrimas
Vas a silenciar; pero
Insisto, hoy puedes llorar,
A nadie vas a molestar.

domingo, junio 11, 2006

De las virtudes y defectos

Solía suceder que algunas virtudes y defectos convivían en un pequeño prado. Todos sus habitantes compartían con Respeto y Caridad sus más valiosos dotes, daban lo mejor de si mismos. Los días transcurrieron y la Paz velaba por el bienestar de todos mientras que el Amor los abrigaba con sus abrazos.
Mas tras muchos años, llegó una mañana un desconocido.
—¿Quién eres? —inquirió la Prudencia al percatarse que esta nueva presencia había ingresado al prado sin pasar por sus controles de guardia.
—Soy el Ocio —respondió el otro seguido de un pesado bostezo—. Vengo desde la ciudad, me han enviado los Vicios y Defectos para…para… Lo he olvidado.
—¿No lo llevas apuntado en algún lado? —quiso saber la Memoria—. Yo siempre traigo conmigo una libreta donde anotarlo todo.
—Es que, antes de partir, estuve almorzando con mi vecino el Alboroto, quizás lo dejé allí. No lo sé, cuando me topé con la Duda, vaciló tanto en ayudarme que terminé por alejarme.
—A no, si no sabes a que viniste y no dices nada en concreto, me temo que no podemos ayudarte —sentenció la Precisión en tono moderado.
—Pero, ¿qué pasa con ustedes? ¡Vamos, manos a la obra! —gritó el Animo, y comenzó a levantar las ganas de todos los presentes.
—Yo te apoyo —se sumó el Optimismo—de seguro lograremos develar este aprieto si acompañamos al Ocio hasta su ciudad —victoreó.
—Pero que sea rapidísimo. Me queda poquísimo tiempo —agregó la Puntualidad mientras ojeaba cada uno de sus diez relojes.
Así fue como la comunidad del prado se puso en marcha. En la ciudad descubrieron que los Vicios y Defectos les tenían preparado una fiesta en honor al tercer milenio de la Esperanza. El Hambre había preparado los platillos más sabrosos. La Perfección y la Frivolidad, de cuidar cada detalle de la decoración. El Desenfreno y el Descontrol mantuvieron entretenidas a la concurrida audiencia y en especial a la dichosa homenajeada por largo rato.
Llegada la hora del baile, la Felicidad y la Alegría se lucieron en la pista, muy lejos de los toscos movimientos de la Apatía.
La primera en abandonar la celebración fue la Envidia pues su compañera de baile, la Atención, la había dejado plantada al oír los consejos de la Sabiduría. Entonces, la Superioridad se unió a la partida, argumentando que en su casa hubiera ofrecido una mejor fiesta. Las festividades continuaron hasta el amanecer, cuando el Cansancio, anfitrión en esta oportunidad, anunció que le pesaba el sueño.
Pero antes de despedir a todos los invitados, la Indiscreción le comentó a su prima, la Sorpresa, que le tenía una noticia novedosa: la Esperanza y la Depresión ya formaban una pareja de enamorados. La madre de la Depresión era la Vergüenza y al oír aquello se sintió tan insultada que no se atrevió a dar la cara nunca más. Mientras tanto se iniciaron los preparativos para la boda.
El Compromiso oficiaría la ceremonia, los padrinos serian el Enojo y la Templanza. Todo estaba listo para dar lugar al casamiento, pero faltaba uno de los novios.—Esperaza querida, la Depresión se ha fugado con tu amiga más íntima, la Traición —le comunicó con Tristeza.El Consuelo, intentó aliviar su pena, aunque la Esperanza se resistía a aceptar la Verdad: la Depresión no regresaría. Y donde quiera que habitase ella no seria bienvenida. La muy alicaída terminó por recurrir a la morada de la Soledad, y con la visita de la Agonía murió sin remedio.Desde aquel entonces el prado no volvió a ser igual y en la ciudad dejaron de llamar a la Depresión por su nombre para referirse a ella como el asesino de la Esperanza.
Así que no lo olviden: "El mas terrible de los sentimientos es tener la esperanza muerta". Mi consejo es que no traten de unirse con la Depresión porque ella liquida lentamente hasta que no quede sentimiento que valga.

Lecciones de jardineria

Las pequeñas criaturas se hallaban dentro del cuerpo de la madre. La mujer yacía sobre su lecho y era ella a la vez cálido lecho que acogía a los aún no nacidos.
Un hombre copaba su vista con aquella escena, cual agónica figura sujeta a las sombras de la noche. Las bases del plan ya se habían presentado. El bien mayor, el objetivo ultimo, dependía de que él ejecutase el siguiente movimiento. Lo que iba a acontecerle a esa mujer no sería su culpa, sólo una instancia poco agradable en el camino hacia la victoria absoluta. El fin que con tanto ahínco perseguía le exigía que separase a esos pequeños del bálsamo del que mamaban vida y que canjease aquel don por otro de equiparable valor. Era desafiar un mandamiento divino. Pero iba a hacerlo, no tenia dudas.
Su dedo índice recorrió con precisión el filo de su navaja. Una lágrima rojiza, culposa, brotó de una de sus falanges: el instrumento estaba en condiciones de servirle en su cometido.
Las rodillas se le doblaron ante el descanso de la dama durmiente. La mano libre le palpo la superficie de la piel y la otra, con la que sostenía el arma -en un vuelo serpenteante que con marcada obsesión volvía una y otra vez sobre el cuerpo- penetró en las profundidades abismales del vientre de la mujer. Uno a uno sustrajo a los niños, ahora pasivos, emoción inerte, llanto apagado.
Estaba hecho: había profanado el útero de la madre-tierra.

Lo de siempre

Un manto de cobre,la mañana.
Arrebata el corazon,
vierte en el fantasia vana
que se cuela en tus entrañas.

Despiertan tus sentidos,
vitalidad en cada suspiro.

Pero el velo de la muerte
cubre tu rostro silvestre.
Acéptalo:
tu voluntad se pierde.

Palabras a fuego,
esa es la marca.

Torna la noche,condena amarga.
La pluma se desliza,
las lagrimas escapan.
¿Podrás servir a la comedia diaria?

sábado, junio 03, 2006

Destino

La armonía de tu canto
transita por mi camino,
mas el recuerdo de aquel otro
gobierna mi destino.

Es y sólo es

Es en mi pecho
donde guardo
mis penas.

Es en mi mente
donde alojo
mis metas.

Mas fue en tus labios
donde hallé
mi deseo.

Sí y sólo sí

Si he de vivir,
será por el correr
de tus latidos.

Si he de sufrir,
será por el pasar
de tus suspiros.

Mas si he de morir,
será por el andar
de tu olvido.

Cbox

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